Los grandes atletas lo saben y se sirven de ello. Antes de ganar un partido en la cancha, se debe ganar en la mente. Se debe practicar mentalmente antes de que llegue el momento de la verdad física. Este mecanismo también es clave para tu comunicación.
Muchas veces, seguramente, te han dicho que debes preparar tu comunicación fente a un espejo y ese es un gran error. La teoría dice que, mirándonos al espejo, seremos conscientes de nuestro propio comportamiento y así podremos corregir a medida que nos observamos. Suena bien, salvo por un detalle; es una de las peores técnicas de preparación conocidas.
Cuando estamos frente a un espejo toda nuestra atención está en la imagen que proyectamos, se trata siempre de nosotros y de cómo no movemos, cómo teatralizamos aquello que queremos decirle a alguien. Sin embargo, llegada la hora de hablar en público, incluso ante una sola persona, no tenemos espejo y lo que nos encontramos es un panorama absolutamente diferente.
¿Y entonces?
Hay muchas formas de entrenarse para mejorar. Mis clientes adquieren cinco mecanismos de entrenamiento que están testados para funcionar en cada oportunidad. Ya que esta columna debe ser acotada, compartiré contigo uno de estos mecanismos, quizás el más importante y el que más se opone a la táctica del espejo.
Practica visualizando lo que va a ocurrir. Construye en tu mente la escena tan precisamente como puedas. Imagina sus rostros, sus reacciones positivas, imagina cómo te sentirás, que colonia usarás, imagina las palabras saliendo de tu boca y llegando a la de tu auditorio. Imagínalo hasta que se vuelva casi tangible. Y luego de hacerlo…repite.
Una vez que tengas lo hayas hecho obtendrás un gran beneficio, algo que el espejo no te dará. En el momento de dar tu presentación o tener esa charla para la que has practicado, te sentirás tan familiarizado con la escena que todo parecerá un Deja Vu. Visualiza y olvídate del espejo.
Mira este video sobre cómo la visualización ayuda a los atletas y ya puedes comenzar a visualizar tu próxima instancia de comunicación.
¡Hasta la semana que viene!