Durante la Convención Nacional Demócrata, la primera dama estadounidense tomó la palabra como lo había hecho en el pasado y muchos deben haber pensado que tiene pasta para aspirar a un lugar más destacado dentro del mundo de la política. Michelle Obama demuestra inteligencia, sensibilidad y sus palabras suenan absolutamente sinceras para quien la escucha hablar. Además, sus discursos no parecen plagiados, algo que no es de despreciar en estos tiempos que corren. Aquí he recolectado cinco consejos en materia de comunicación que la primera dama nos otorgó en un minuto de discurso a partir de la posición 12:28 del timeline.
Las historias funcionan
Obama recordó cómo la Casa Blanca fue construida por esclavos negros y luego avanzó hasta el siglo XXI para plantar en el auditorio la imagen de sus hijas jugando con el perro en sus jardines. La emoción del auditorio fue instantánea. Michelle tocó una fibra muy particular en la comunidad negra y en todas las personas que podemos definir como “visionarias”, aquellas que toman en cuenta una visión de futuro para tomar una decisión importante. La historia, aunque corta en el tiempo, cumplió su cometido. Puso a todos en un estado emotivo. El auditorio se entregaba a ella una vez más.
Los silencios
Claude-Achille Debussy fue un compositor francés que acuñó la frase “la música es el espacio de silencio entre las notas”. Así de importante es el silencio. Hay dos tipos de silencio, los que permiten que el auditorio comprenda los conocimientos que tratamos de transmitir y aquellos más emotivos, muy usados por los políticos, que dejan un lugar al sentimiento y a que, quienes nos escuchan, se compenetren con las emociones que tratamos de transmitir.
La utilización del cuerpo
Sin mucho lugar para moverse, Michelle Obama llevó su mano al centro de su pecho cuando hablaba sobre sus hijas y la casa blanca. Este gesto es inmediatamente interpretado en el inconsciente como una señal de sinceridad. Ella lo sabía y lo hizo muy bien.
La regla de oro del storytelling no falla
Lo vimos en otra entrada del nuestro blog, uno no debe ser nunca el héroe de la historia y este caso no fue la excepción. La historia tiene un final en Hillary Clinton quien es la responsable de que las hijas de Michelle y Barak vean como algo natural que una mujer acceda a la oficina oval.
Terminar arriba
La investigadora y especialista en presentaciones Nancy Duarte encontró un patrón en algunos de los discursos más recordados de la humanidad. En cada caso, la sensación final es de triunfo y de esperanza. Obama lo cumplió al subrayar que la grandeza de los Estados Unidos frente a la frase de Donald Trump “Hacer a América grande de nuevo”, que presupone la caída en desgracia del país más poderoso de la tierra. Michelle Obama, sin nombrarlo, refutó esta frase y llegó al cenit de la emotividad.
Es así que, en un minuto, podemos aprender cinco lecciones valiosas gracias al discurso de la ex primera dama norteamericana.
https://www.youtube.com/watch?v=LdICaJcX6iI

