La fotografía de Donald Trump sentado de brazos cruzados junto a los miembros de G7 se ha prestado para todo tipo de interpretaciones. En la imagen se ve a un Trump sentado como un niño encaprichado y a la primer ministra de Alemania, Angela Merkel, que parece increparlo. Algunas personas creen que una sola fotografía puede dar lugar a deducción sobre el lenguaje corporal. Sin embargo esto no es así. Veamos qué necesitamos para «leer» la imagen correctamente.
-Baseline
Si Trump suele sentarse siempre así, si apoyar sus brazos sobre su panza le queda cómodo, si esa es su cara usual, entonces una sola imagen no tiene mucho qué decir. Corremos el riesgo de creer que a partir de un punto podemos explicar todo el plano. Los especialistas en comportamiento corporal buscan un encadenamiento de signos en el marco de uno a cinco minutos. Es por eso que, los expertos en lenguajes corporal, se toman unos cuantos minutos para que la persona interrogada se sienta a gusto y pueda gesticular como lo hace normalmente. Luego, se encargan de detectar cambios que den lugar a posibles anomalias. Y que quede claro, UNA ANOMALÍA NO QUIERE DECIR UNA MENTIRA. El lenguaje corporal puede mentir, solo los primeros movimientos ante un determinado estímulo son realmente involuntarios, el resto se puede dominar sin muchas compliacaciones.
-La cultura
En algunas culturas algunos gestos tienen un significado y en otras culturas el mismo gesto tiene otro tipo de lectura. Debemos conocer el contexto cultural para saber qué podría significar un determinado gesto.
-Insuficiente información
Si bien sirve como un indicio, el tener una sola toma puede darnos información incompleta. ¿Qué tal esta otra toma con Merkel en otra posición y otros actores por detrás de Trump?
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