Secreto Pro: despégate del pasador de slides

¿Debes dar presentaciones públicas? Este es un consejo tan corto como efectivo. El 99% de los presentadores o expositores toma el pasador de diapositivas como primer paso antes de comenzar a hablar. Es como si estuvieran frente a una fuente de seguridad, a la espada que les dará el poder comenzar a hablar. Sin embargo, esta no es la mejor técnica posible de comenzar una charla.

Cuando nuestro auditorio nos ve tomar el pasador intuye que esta será otra de esas presentaciones aburridas en el cual los slides de Power Point se suceden interminablemente hasta la siesta comunal. Eso no es bueno.

La receta es hacer una introducción sin el pasador en la mano, lograr que el primer encuentro no nos tenga con un elemento somnífero en la mano. Luego, cuando y si es necesario, habrá tiempo para ir por él.

Por otra parte, debes tener en cuenta que, si  no precisas pasar imágenes, no es necesario que tengas el pasador en la mano. Cuando estás nervioso, tener un objeto en la mano puede ayudar. Sin embargo, cuando ya conoces bien tu presentación y te sientes confiado, el tener algo en la mano no hace otra cosa que quitarte la capacidad de comunicar con una de tus manos. Claramente, tendemos a comunicar menos con la mano cerrada que con la mano abierta. De hecho, la mano abierta sugiere sinceridad y la mano cerrada sugiere una amenaza. Entones, si no precisas el pasador de diapositivas, no lo utilices con concentra toda tu energía en darle a tu público aquello que merecen y aquello que te has planteado como objetivo.

Si tienes nervios, existen otras técnicas que iré planteando en el futuro. Por ahora, te dejo una pregunta, ¿todo lo que te preocupa es que las cosas te salgan mal a ti? ¿Y si te preocuparas solo por tu audiencia y no por tí? ¿Qué crees que pasaría con tus nervios?

¡Sigamos hablando!

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